Ponga al cachorro sobre la mesa, acarícielo y abrácelo. Habla con calma y dulzura al pequeño, si tú estás tranquilo, el cachorro también lo estará. Dale una golosina y bájalo cuando esté tranquilo. Esto no debería llevar más de unos minutos. Esto lo practicas todos los días y alargas el tiempo que el pequeño permanece relajado sobre la camilla y te deja acariciarlo. (Al principio todo seguía de pie y sentado)

El cachorro está parado sobre la mesa y le muestras un cepillo suave, lo dejas oler, luego le acaricias suavemente la espalda con el cepillo y le hablas cariñosamente. Primero, consigue un cepillo para bebé o uno con cerdas de jabalí. Repite esto todos los días y aumenta el tiempo que el pequeño permanece sobre la mesa. Acaricia su cabeza y no olvides su barriga gorda. Cuando esté completamente relajado, termina y dale una golosina.

Al mismo tiempo, practicas juguetonamente acostándote de lado en el suelo. Cuando esté cansado, siéntate a su lado y acaricia su barriga y acuéstalo de lado... no olvides elogiar, al perro le debe gustar lo que estás haciendo... así que no juegues. salvajemente primero y juegue y espere que el perro se acueste de lado, pero espere una hora tranquila para abrazarlo... todo requiere paciencia.

El cachorro se sienta o se para sobre la mesa, rozando al perro con una mano y acariciando la barriga con la otra. Si le gusta, se acuesta solo y normalmente también de lado (aquí sí que se necesita mucha paciencia y calma, pueden pasar unos días hasta que el pequeño se quede tranquilo). Use el pincel para hacer solo unos pocos trazos en los lados y la espalda. Elogios y muchas delicias.

Cuando todo va bien, coges un cepillo de verdad y vuelves a empezar poco a poco y vas aumentando el tiempo. Siempre elogie mucho, siempre hay tiempo para acurrucarse en el medio. Al principio solo puedes manejar un poco de espalda o piernas y la caña.

Poco a poco aumenta el tiempo en la camilla ya que el cachorro se mantiene relajado puedes aumentar los tiempos de cepillado e involucrar cada vez más partes del cuerpo.

Por supuesto, el cepillado de perros y humanos lleva algunas semanas de una manera completamente relajada y requiere mucho descanso y paciencia. Por favor, no te precipites en nada y, sobre todo, absolutamente no violento, el perro debe ver el cepillado de forma positiva y si tú mantienes la calma y el perro también, puede ser un ritual maravilloso para los dos. Muchos dicen que realmente puedes relajarte y meditar mientras te cepillas.

Buena suerte y no te rindas.❤

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